Hace escasos días unos pocos medios de información recogían, de fuentes del C.N.I. y policiales que se estaban concentrando miles de inmigrantes , sin que Marruecos haga nada por impedirlo, en los alrededores de la frontera de Melilla.

Lo más grave es que según denuncian estas fuentes el Gobierno, menos aún el “procónsul” melillense, han adoptado medida alguna para frenar este asalto cuando se lleve a término.

Nuevamente las autoridades españoles fían – que ya es frívolo e irresponsable – a la “buena voluntad” del sultán de Rabat el evitar este nuevo intento de invasión.

Esperemos que no tengamos que lamentar otro violento asalto, otros agentes heridos y nuevamente nuestra integridad fronteriza escarnecida por la pasividad de La Moncloa y sus palmeros. Máxime en los días de gran tensión que se avecinan al ser vísperas de unas elecciones en las que el problema de la inmigración es de suma importancia, siendo conocida la lenidad del gobierno frente a este gravísimo asunto que afecta a la Seguridad Nacional y al Orden Público de nuestra Patria.

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