(Gaudium Press) Ayer, 28 de julio, la Iglesia celebró entre otros santos, a San Pedro Poveda Castroverde, sacerdote, fundador de la Institución Teresiana, quien fue asesinado por odio a la fe durante la guerra civil española.
Nace él en Linares, Jaén, en 1874, con el nombre de José Luis Francisco Javier Poveda Castroverde, siendo el mayor de seis hermanos. En su casa la fe cristiana ocupaba lugar principal.
Entra temprano al seminario, en Jaén, pero luego se traslada al Seminario de Guadix (Granada) por motivos económicos, pues había ganado para ese seminario una beca. Al mismo tiempo que adelanta estudios eclesiásticos, hace los civiles.
Es ordenado sacerdote en 1897.
Sus labores se mantienen y aún más, se multiplican: Continúa estudiando, da catequesis, predica misiones populares, hace de director espiritual de seminaristas. Pero aún le queda tiempo para fundar las Escuelas del Sagrado Corazón, destinadas los niños que vivían en las Cuevas de Guadix. Allí estos niños tendrán enseñanza gratis, y además, a los más necesitados que vivían en los suburbios de la ciudad, les da alimento y vestido.
Covadonga, Capellán Real, Fundador
En 1906 es hecho canónigo de la Basílica de Covadonga. Estará en este santuario hasta 1913.
Poco a poco la gracia lo lleva a preocuparse cada vez más de la formación cristiana de la persona humana. Y le es cada vez más claro la necesidad de una buena educación, incluso para la promoción meramente humana, para que la gente combata la pobreza, la enfermedad.
Pensando en las necesidades de la educación en España, funda en Oviedo la primera Academia de la Institución Teresiana. En 1913 regresa a Jaén donde conocerá a Josefa Segovia, quien será su mano derecha y cofundadora de esta Institución. Pronto las Academias se van regando por España; en 1921 ya las habrá por doce poblaciones. En 1924 la Institución Teresiana obtiene la aprobación pontificia como Pía Unión. Es la Institución Teresiana una asociación internacional de profesionales católicos que se dedican a la promoción de centros escolares y universitarios, centros de ayuda social y editoriales.
En 1921 se le destina a Madrid como Capellán de la Casa Real, al tiempo que sigue trabajando en la expansión de la Institución. Es co-partícipe de la fundación de la Federación Amigos de la Enseñanza, además de otras obras en favor del profesorado católico. Desde siempre se preocupó por la situación del profesorado, por su actualización pedagógica, su promoción social, su fe.
El 27 de julio de 1936 es detenido en su casa de Madrid, en la madrugada; a quienes lo detuvieron les gritó con voz decidida: “¡Soy sacerdote de Cristo!”. Esta divisa la repitió varias veces hasta el día siguiente, en que muere mártir, el 28 de julio de 1936.
Fue canonizado por Juan Pablo II en la visita que este papa hizo a España en el 2003.
Con información de Catholic.net y Aciprensa
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