1. Causa una gran preocupación el sacrificio que el PSOE/PSN –el segundo partido más votado tras UPN- ha impuesto a los navarros para acceder al Gobierno.
El discurso de investidura de la Sra. Chivite, en medio de la desconexión de un veraniego y tórrido agosto, es una excusa de una ambición, promete de nuevo lo incumplido, tiene el estilo jactancioso y eufemístico de sus socios, y quiere el poder porque lo demás es cuestión de propaganda y desánimo de la oposición popular navarra.
2. El PSOE/PSN insiste en conducirnos a un callejón sin salida, oculto en un mar de palabras y color de rosa.
La Sra. Chivite se preocupa mucho de ideologías y otorgar ciertos “derechos sociales”, pero ignora derechos fundamentales universales de los más débiles e indefensos (derecho a la vida), y otros muchos. Se atribuye un Gobierno de progreso y utilidad, pero su fracaso y agenda muestran que nada de eso es progreso. Estamos cada vez más lejos del buen gobierno, limitado y justo.
3. Trampas y falta de representación política real.
Lejos de las primeras promesas hay una falta de representación política pues faltan las instituciones e intereses sociales, las oligarquías partitocráticas ejercen su monopolio, y los partidos políticos, convertidos en máquinas de poder, necesitan acceder a él.
Es tramposo perder las elecciones y ganar el poder. Lo es pedir a los propios votantes –sin saber quienes son- que confíen en la política postelectoral de acuerdos con otros partidos perdedores. Lo es que el partido con diferencia más votado colapse una y otra vez por no tener la mayoría absoluta. Lo es repartir el poder, repartir Navarra, entre tres perdedores y la abstención necesaria de otro.
4. Amenaza al Reino milenario de Navarra.
Urge recordar qué es Navarra, y devolver Navarra a los navarros. Urge evitar que estos se hundan psicológicamente, rodeados de trampas y las gateras de la involución democrática.
El PSOE/PSN ha pactado con nacionalistas pro Euskadi tan de derechas como es UPN. ¿Qué hay a cambio?
Horrorosa es la decisión del PSOE/PSN de acceder a la presidencia con una segunda hipoteca: la abstención de EH Bildu. Una degradación tal ha provocado estupor en Navarra y una metástasis política que desvela la falta de principios.
El discurso de investidura de la sra. Chivite anuncia con eufemismos y trampas ciertos “avances” y “actualizaciones” de la LORAFNA de 1982. Creemos a qué se refiere: zaheridos por el triste prestigio del miedo, se anuncia una involución.
Transitando de la dictadura a la democracia, el PSOE de Navarra se sumaba a Euskadi, aunque luego lo abandonó para no perder votos. Quizás ahora lo retome como condición pactada postelectoral de su “prepolítica”.
Aceptar males a largo plazo, creyendo que mañana se podrán esquivar, es ilógico e irresponsable, mientras se blanquea el presente manipulando un pasado muy lejano. Pues bien: todo eso pone precio a Navarra.
5. El giro necesario de algo nuevo: más sociedad y menos Estado.
Los navarros y la sociedad navarra deben tener su propia vida y su propia voz. Yendo a la raíz de los males, mantengamos el sano orgullo de ser navarros, y reavivemos tendencias renovadoras y regeneradoras.
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Urge devolver a la sociedad muchas de las competencias que el poder político sustrae a la sociedad. La democracia no es votar unas siglas cada 4 años, con cinco generalidades enviadas por buzón.
“Hay mucho qué hacer” con visión de auténtica política. Animamos a trabajar por la sociedad civil, constituida mediante asociaciones libres a reconstruir, con su propia función e intereses, no subvencionadas y sí a multiplicar. En ella se fragua el Bien Común, lejos de divisiones artificiales, partidismos separadores, predominio del propio interés, y de poner tronos a las premisas y cadalsos a las consecuencias.
Navarra necesita familias con hijos, no residentes. Se impone un cambio radical a favor de la vida del concebido y aún no nacido hasta su muerte natural, atendiendo a los cónyuges, especialmente a la mujer, y desarrollando si fuera necesario medios paliativos ante el dolor terminal de los mayores. A favor del derecho inalienable de los padres en la educación de sus hijos, a la igualdad de oportunidades que ofrece la posibilidad de una educación diferenciada, a elegir el modelo de Centro educativo…
La sociedad exige la aplicación del principio de subsidiariedad, mejorando el reconocido en el Tratado de Maastrique, exige cooperar con el poder público, ser un baluarte ante sus posibles intromisiones, y poner fin a la horrorosa regulación administrativa, la cancelación de libertades, y mil imposiciones.
La sociedad comenzará a estar presente en la política institucional, desde aglutinar esfuerzos realizados desde abajo, influir desde fuera al gobernante, y tener cada vez más cabida en la representación y gobierno.
El último y necesario refugio es la objeción de conciencia de médicos, enfermeros y sanitarios en general, formadores, profesores e investigadores, periodistas, directores y gestores… que deben apoyarse mutuamente y en la sociedad.
Ojalá Navarra recupere su empuje económico y primer desarrollo, su prestigio sanitario, su competitividad industrial y fiscal. Que salga de la segunda división, donde se le domina mejor, y recobre su primer vigor superando una mirada cegata y corta.
6. Navarra tiene su propio camino, milenario y no balbuciente.
Lejos de caer en el laicismo sin Dios Jaungoikoa y contra Dios, la clave de todo es la civilización cristiana y el derecho público cristiano que siempre nos vertebró. Sin Dios, todo derecho queda amenazado por el egoísmo, siempre oportunista y a veces cruel.
Navarra son todos los navarros sin afán de predominio. Les une su amor al viejo Reino milenario, que exige respeto, y recobrar el orgullo y su fuerte personalidad.
Navarra es la única Comunidad Foral. Los Fueros son derechos propios de los navarros y Navarra, anteriores a cualquier poder civil, sea de Navarra o fuera de ella. Son libertades reales, poseídas y ejercidas, jurisdicción, y Derecho privado base del público. El derecho a la vida del nasciturus es el primer Fuero, y sin el cual todo lo demás cae por tierra. Son pactos entre los navarros, y entre ellos y sus instituciones políticas. Son también el pacto histórico y entre iguales, de las máxima institución política de Navarra con la suprema institución de España como nación y suma de pueblos, a la que Navarra pertenece vitalmente y con gozo como tantas veces lo ha demostrado.
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Pamplona, 1 de septiembre de 2023.
Comunión Tradicionalista Carlista, CTC de Navarra.
José Fermín Garralda, presidente
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