Hace apenas unas décadas, China era un Estado agrícola completamente empobrecido y tecnológicamente atrasado. En sólo unos 30 años, se encuentra en pleno proceso de ascenso económico, tecnológico y también militar para convertirse en una potencia mundial de primer orden. Para poder clasificar correctamente este meteórico ascenso de la República Popular China, es importante examinar más de cerca sus orígenes y su desarrollo. En efecto, lo que no se lee sobre la historia de la República Popular China en los libros oficiales de historia y tampoco en los grandes medios de comunicación es que, según renombrados periodistas de investigación, está indisolublemente ligada a tres nombres: Rothschild, Rockefeller y Skull & Bones. Síganos ahora en un viaje aventurero a través de la historia de China, durante el cual queda claro que China fue construida a propósito como instrumento del Nuevo Orden Mundial y representa un presagio del planificado sistema de dominación mundial.
I) Vista de los tirahilos al fondo:

Skull & Bones es una poderosísima organización secreta ocultista estadounidense fundada a instancias de Lord Rothschild y financiada por Rockefeller y otros banqueros de Wall Street.
Según Alexandra Robbins, periodista estadounidense, Skull & Bones logró infiltrarse en casi todas las principales instituciones científicas, políticas, financieras, mediáticas y gubernamentales de Estados Unidos.
Skull & Bones también forma el círculo íntimo del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), que también fue iniciado por Rothschild y financiado por Rockefeller.
El CFR es el think tank estadounidense más influyente del siglo pasado, habiendo proporcionado, por ejemplo, sólo a nueve presidentes de Estados Unidos -incluido el actual presidente estadounidense Joe Biden. Robbins llegó a la siguiente conclusión en su investigación:
El objetivo de Skull & Bones, y por consiguiente de los Rockefeller y los Rothschild, es construir un nuevo orden mundial en el que se recorten las libertades del individuo y todo el poder se concentre en manos de una pequeña élite.

II.) El surgimiento de la República Popular China bajo Mao Tse-tung

Con el objetivo de establecer un nuevo orden mundial, Skull & Bones fundó a principios del siglo XX una serie de escuelas y hospitales en China, de los que surgió la actual Asociación Yale-China, que pasó a conocerse como «Yale-en-China».
Fueron financiados por Rothschild y más tarde por la Fundación Rockefeller. Sin embargo, esta labor supuestamente caritativa perseguía en el fondo objetivos completamente distintos.

Jonathan Spence, profesor de historia china, fue el primero en descubrir los estrechos vínculos entre Mao y Yale.

Finalmente, en 1972, el Yale Daily News informó: «Yale ha ayudado a muchos jóvenes en su ascenso político al poder.
En la clase de 1919, Yale en China, además de los 1.000 líderes masculinos… ayudó a un joven llamado Mao Tse-tung» y «¡Sin el apoyo de Yale, Mao Tse-tung nunca habría ascendido del desconocido al poder!».
Por ello, el periodista de investigación Alexander Schnarf concluyó en su investigación que, al parecer, Yale-en-China trabajaba en secreto para el surgimiento del Estado comunista.
Indicativa de su influencia y sutil enfoque es, entre otras cosas, la intervención de Skull & Bones en la guerra civil China (1927 a 1949), en la que el Kuomintang nacionalista y el Partido Comunista Chino de Mao Tse-tung lucharon por el liderazgo político de China.
El conflicto terminó con la victoria de los comunistas sobre el Kuomintang. Según el erudito e historiador Prof. Dr. Antony C. Sutton, esta victoria se logró principalmente porque, el general y masón estadounidense George C. Marshall desarmó silenciosa y secretamente a las fuerzas nacionalistas que inicialmente les apoyaban, deteniendo el suministro de municiones a las mismas en 1946.
El superior de Marshall era el Secretario de Guerra Henry L. Stimson – ¡un miembro de Skull & Bones!
Los siguientes casi 30 años de gobierno de Mao Tse-tung sobre China se convirtieron entonces en un reino de terror sin parangón. Con campañas políticas como el «Gran Salto Adelante» y la «Revolución Cultural», Mao forzó violentamente una transformación de la economía y la sociedad de China.
La «Revolución Cultural» pretendía destruir las viejas costumbres, formas de pensar, hábitos -de hecho, la cultura China- y se dirigió principalmente contra las clases más mayores y educadas de China, que costó la vida a entre 2 y 5 millones de personas.
El «Gran Salto Adelante» pretendía alcanzar a los países industrializados occidentales y acortar el periodo de transición al comunismo. A pesar de la hambruna resultante, Mao persiguió sus objetivos con mano de hierro.
Según Alexander Schnarf, los métodos de represión utilizados fueron de una brutalidad sin precedentes. Se persiguió implacablemente a los críticos y se torturó y asesinó sistemáticamente a miles de personas.
Incluso hasta los niños fueron asesinados, triturados y utilizados como abono.
El historiador holandés Frank Dikötter calcula que sólo durante la Gran Hambruna China (1959-1961) murieron al menos 45 millones de personas.
En total, el enfoque totalitario e inhumano de Mao costó la vida de hasta 80 millones de personas, según las estimaciones de los estudiosos todos los críticos estaban literalmente amordazados. Lo que quedó fue una masa asustada y obediente.
Lo aterrador de todo esto es el punto de vista completamente diferente de David Rockefeller. Llamó a este control total y opresión del pueblo ¡un «experimento social»! Rockefeller literalmente:

«El experimento social en China bajo el liderazgo del Presidente Mao es uno de los más importantes y exitosos en la historia de la humanidad».

Conociendo los objetivos que la Fundación Rockefeller perseguía en China, esta afirmación adquiere un peso enorme.
Según los periodistas de investigación Alexander Schnarf y Tilman Knechtel, la fundación consideraba a China como un enorme laboratorio para investigar la mejor manera de controlar y gestionar una sociedad ¡y luego reproducirlo en todo el mundo!
El hecho de que Rockefeller elogiara los crímenes de Mao sugiere que, obviamente, Mao había cumplido sus expectativas y completado este «experimento social» a plena satisfacción de Rockefeller.
Sin embargo, como vemos en el siguiente punto, este fue solo el primer movimiento de Rockefeller, Rothschild y Co.

III.) El ascenso de China como potencia mundial
Después de Mao, Deng Xiaoping rigió eficazmente el destino de China hasta 1997.
Pasó a la historia como el gran reformador que inició la apertura de China y su ascenso a la categoría de potencia económica y mundial.

Pero esto no ocurrió porque sí, ni fue un milagro económico. El pistoletazo de salida de este desarrollo fue la reunión entre el presidente estadounidense Nixon y Mao Tse-tung orquestada por Henry Kissinger en 1972. Con el pretexto de que había que construir China como contrapeso a la URSS, el dinero y la tecnología occidentales empezaron a fluir hacia China, anunciando su ascenso.
Ahora bien, hay que saber que Nixon y Kissinger eran o son miembros del CFR y que Kissinger también está estrechamente relacionado con los Rothschild y los Rockefeller [www.kla.tv/26164].
Por consiguiente, utilizaron toda su influencia para promover el ascenso de China, por un lado, y al mismo tiempo para consolidar su supremacía en China.
Rothschild tomó el control del Banco Central de China en 1982 y, por tanto, de su política monetaria. El Chase Manhattan Bank de Rockefeller se convirtió en el representante oficial del Banco de China en Estados Unidos y abrió las compuertas a la entrada de dinero a China.
Este dinero se destinó en gran medida a financiar instalaciones de investigación y desarrollo, lo que hizo que los conocimientos técnicos occidentales emigraran a China. Las corporaciones que se involucraron en China de esta manera también están, en su mayor parte, estrechamente vinculadas al CFR.
Son las llamadas empresas «Fortune 500», como Ford, General Motors, IBM y Microsoft.
De ellas, 157 se instalaron en China, 53 incluso con su sede central. El renombrado científico Prof. Dr. Antony C. Sutton del Instituto Hoover de la Universidad de Stanford escribió lo siguiente sobre este desarrollo ya en 1986:
«Alrededor del año 2000, la China comunista será una superpotencia construida con tecnología y conocimientos estadounidenses». – ¡Construida por Rothschild, Rockefeller y Skull & Bones!

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IV.) China – una herramienta fiable de los globalistas
Dado que tanto Rothschild como Rockefeller están profundamente involucrados en la masonería,
no es de extrañar que esto también haya dejado su huella en China.
A través de revelaciones como las del masón italiano de alto grado Gioele Magaldi, se sabe que Deng Xiaoping fue iniciado en la masonería y se convirtió en miembro de la logia original «TRES OJOS».
Esta logia fue fundada por David Rockefeller, Henry Kissinger y el asesor de seguridad estadounidense y mente maestra fríamente calculadora Zbigniew Brzeziński [www.kla.tv/10603] y fue durante mucho tiempo la logia oroginal más poderosa y líder mundial.
A su vez, Deng Xiaoping inició en la masonería a otros altos cargos del Partido Comunista Chino.
Como resultado, según Gioele Magaldi, desde 1980 todos los líderes del Partido -incluido el actual presidente de China, Xi Jinping- han sido miembros de las Logias Originales, en las que se organizan los masones de alto grado.
Ellos también persiguen el establecimiento de un «gobierno mundial único», mediante el cual Rothschild y Rockefeller se aseguraron de que China siguiera siendo una herramienta fiable en sus planes globalistas.

V) China – punta de lanza de la globalización
Sin embargo, China no es una herramienta cualquiera, sino que se ha convertido cada vez más en la punta de lanza de los Rothschild, Rockefeller y Skull & Bones, que obviamente aspiran a un nuevo orden mundial de control y vigilancia totales. He aquí algunos ejemplos:

• Con su dura política de bloqueo durante la crisis de Corona, China desempeñó un papel fundamental en el colapso de la economía mundial, generando así gigantescos beneficios para unos pocos super-ricos.
• Junto con Rusia, China es el gran partidario de establecer un nuevo sistema financiero y monetario mundial bajo el control del FMI.
• China es el líder mundial tanto en la abolición del dinero en efectivo como en la introducción de la moneda digital del banco central CBDC. Por lo tanto, está a la vanguardia de este proyecto global, que el Banco de Pagos Internacionales BIS está coordinando y financiando.
• Con su sistema de crédito social, China es pionera y modelo del Gran Reinicio previsto por Klaus Schwab y el Foro Económico Mundial (FEM). Este sistema es un sistema de vigilancia masiva con la ayuda de la inteligencia artificial y por lo tanto la perfección del sistema de reglas coercitivas establecido por Mao.
• Se vigila y evalúa constantemente el comportamiento y la fiabilidad de cada individuo, pero también de las empresas y organizaciones. Al recompensar el buen comportamiento en el sentido de los gobernantes y castigar a su vez cualquier mal comportamiento, se impone el funcionamiento al cien por cien de cada individuo en el sentido de los gobernantes.
• Mientras tanto, el primer sistema de crédito social de Europa ya se ha implantado en Bolonia (Italia) y la Comisión de la UE también está preparando la introducción de este sistema de control y educación.

Así, todo apunta a que Rockefeller, Rothschild y compañía, tras su exitoso «experimento social» en China, quieren ahora trasladarlo a todo el mundo para sentar las bases de una dictadura mundial. En el evento en Davos de verano 2023 del Foro Económico Mundial, el primer ministro chino Li Qiang también insinuó cómo debería hacerse. Insistió en que la «seguridad» debe ser la cuestión más importante en la jerarquía de prioridades. Poco antes, Klaus Schwab, el padre del Gran Reinicio, hizo la siguiente reveladora declaración al elogiar los «logros» del Partido Comunista Chino ante Li Qiang:
«Estamos ansiosos por aprender de su visión sobre China y el mundo».

¿Es casualidad que la gente se deje seducir por el miedo fomentado política y mediáticamente de forma sistemática para aceptar intervenciones cada vez más profundas del Estado?

¿No es el miedo a Corona, al terrorismo, a la amenaza de una catástrofe medioambiental y climática, etc., a través de los cuales se renuncia paso a paso a los logros de nuestra sociedad democrática liberal y se cambian por una aparente seguridad?

¿Se nos va a imponer ahora de este modo el sistema de crédito social de la UE?

Hay que detener los planes de esta pequeña élite que dirige insidiosamente el destino del mundo en la sombra y que ahora quiere implantar su sistema de crédito social en todo el mundo.

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