Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna
La Revista «Brújula» editó su número 0 en diciembre de 1974 y el primer número el 16 de febrero de 1975. Se publicó hasta 1976, siendo el último número que conocemos el 36, de 21-26 de junio de 1976. Su número de Depósito Legal era el M 686-1975.
El editor era Prensa de Opinión S.A., con domicilio en la calle del Desengaño, 18 2º A de Madrid, de la que era Consejero Delegado, Miguel Fagoaga Gutiérrez-Solana.
Su director fue Fernando Barrera Morate (Hernani 1943), hijo de Feliciano Barrera Fernández (Guláns, Ponteareas, 1918 – Madrid 9 de febrero de 2012). Fernando Barrera, llegó a ser Presidente y editor del Grupo Correo Gallego, fundado por su padre. Estudió Económicas en la Universidad Complutense de Madrid y se formó como periodista en la Escuela Oficial de Madrid.
Entre los colaboradores principales de la revista se encontraban José María Valiente Soriano (Chelva, 18 de noviembre de 1900-Valdecilla, 7 de diciembre de 1982), Agustín de Asís Garrote[1] (Cubo de la Tierra del Vino, Zamora, 17 de diciembre de 1930- 7 de agosto de 1983), Eugenio Mazón Verdejo[2] (Haro, 30 de noviembre de 1929-17 de julio de 2003), Miguel Fagoaga Gutiérrez-Solana (Alsasua el 26 de mayo de 1914), Ricardo Larrainzar Yoldi[3], José Luis Zamanillo González-Camino (1903–1980), Manuel Cerezales González[4], (Vilar de Cervos, Vilardevós, 1909 – Madrid, 28 de enero de 2005), Marta Portal Nicolás (Nava, Asturias, 10-08-1930, Madrid 26-08-2016), Ismael Medina Cruz (Cuenca, 30-07-1923- Aranda de Duero, 01/02/2011), Carlos Antonio Areán González (Pontevedra, 25.II.1921 – Madrid, 1996), J. Mª López Aparicio (fallecido en Madrid, el 29/04/2015), Charo Martínez, Álvarez Esteban, Pablo García de Sola Arriaga, Alberto Cambronero, Francisco Fernández Cigoña y Eulogio Ramírez (fallecido en 1998).
La publicación del Partido Carlista «IM, Información Mensual. Boletín interno del Carlismo», de marzo de 1975 dedicó a todo este grupo un duro artículo bajo el título «Los «carlistas» o «tradicionalistas» que se prestan al juego», y que desde luego más bien ponía de manifiesto el desfondamiento cada vez mayor del Partido Carlista, que poco a poco, principalmente desde 1969, se iba vaciando de personalidades carlistas. El artículo, en cuestión decía:
«Toda esa comedia que la prensa legal ha mantenido en torno a la aparición, desaparición, intentos, anuncios, etc. de constituir asociaciones acogiéndose a la ley promulgada por el Gobierno Arias, ha tenido y seguirá teniendo, algunos actores con etiqueta “tradicionalista” o “carlista”. La mayoría de los nombres que suenan son conocidos de los carlistas y no precisamente por tratarse de personas honestas. Así tenemos por un lado a Valiente, Zamanillo, Fagoaga, Mazón, Forcadell, Feliciano Barrera, Francisco Guinea; que han pertenecido a la Comunión Tradicionalista-Partido Carlista durante algunos años y que todos ellos están expulsados oficialmente del Carlismo, por su manifiesta deshonestidad política al prestarse al juego que el dictador y los hombres del sistema les propusieron, aceptando otras lealtades y servicios a cambio de nada, porque nada les han dado, a no ser deshonor y patadas. Por otro lado tenemos a José Ángel Zubiaur, Auxilio Goñi, Manuel Escudero, José Sarasa, que aprovechando sus títulos de Procurador, concejales o exprocuradores, exconcejales, títulos adquiridos a Instancias y apoyo del Carlismo, anuncian la constitución de una asociación de «carácter regionalista», que presta su total adhesión a Arias Navarro, a Franco y a Juan Carlos, como ellos mismos han manifestado públicamente. Estos tampoco están en el Carlismo y así lo hacemos constar para conocimiento de todos. Son hombres que hasta ayer hacían grandes protestas de lealtad al Carlismo y a su Dinastía, porque esperaban que se podrían seguir sirviendo de ellos. Pero se han vendido y todavía no han cobrado su traición. Hay que desenmascararlos para que no sorprendan a nadie. Todos ellos no tienen nada que ver con el Carlismo. Están con Franco con Juan Carlos, con el Movimiento.
El Carlismo o el Tradicionalismo de todos estos únicamente les es “valido” ante un Régimen que está podrido y se desmorona.»
«Brújula», acabaría siendo el portavoz de la UNE, que pretendía aglutinar al tradicionalismo defensor de la vigencia del espíritu del 18 de julio, dentro de las instituciones creadas durante el franquismo. En su número 0, de diciembre de 1974 exponía su postura política en el editorial titulado «Carnet de identidad»:
«En estos tiempos en que tanto cuesta definirse, nos declaramos cara a la vida española y como premisa básica de actuación fervientes partidarios de la Monarquía tradicional, social y representativa. Esta definición genérica de monárquicos tradicionales implica, en primer lugar, un deseo de unión de todos los que tienen bondad en el sistema de Gobierno que se llama Monarquía, y, en segundo, una llamada a los españoles para que nos agrupemos alrededor del Trono, que regentará, cuando la Providencia lo decida, la persona que Franco en uso de sus legítimos poderes designó y que las Cortes libremente ratificaron».
Y en su número de 15 de mayo de 1975, en una entrevista a Ricardo Larrainzar Yoldi dejaba clara su adhesión a los principios del tradicionalismo cuando en la misma se decía
«(…) no caben más que cuatro unidades sobre las que estriba el futuro de la unidad española: la unidad religiosa, la unidad nacional, la unidad social y la unidad política y, como valedoras de todas ellas, una Monarquía, Católica como la fe de la raza, tradicional como el legado de los siglos, Social como la encarnación de la justicia superior a todas las rivalidades de clases, Representativa como la fórmula de una auténtica democracia frente al antiguo parlamentarismo, Nacional, sobre todos los partidos disociadores y todos los separatismos suicidas, y, en fin, española, como corresponde al genio de la raza y a la grandeza de la patria».
[1] Catedrático de Derecho Natural y Filosofía del Derecho.
[2] Fue presidente del Centro Riojano de Madrid, Eugenio Mazón Verdejo, y vicepresidente de la Federación Española de Baloncesto. Hijo del jefe de requetés de Logroño durante la Guerra Civil.
[3] Ricardo Larraínzar Yoldi, nacido en Estella, fue voluntario requeté durante la guerra. Después de ella se trasladó a Cuenca, donde ejercicio como abogado hasta su jubilación. Fue padre de Ricardo Larraínzar Zaballa (Subgobernador civil de Madrid durante el 23F y último gobernador civil de Asturias). En 1999 publicó «Memorias de un viejo carlista», en Biographos Escritores & Editores.
[4] Durante la guerra luchó como requeté. Se casó con Carmen Laforet. Fue director de Misión y subdirector de El Pensamiento Navarro de Pamplona.