Estas bombas de relojería, puestas hábilmente por quienes controlan la Convención Constitucional y han impreso al proyecto un inconfundible sello neomarxista.
Sólo muy pocos se han percatado que estas medidas constituyen un mañoso mecanismo para presionar a las personas a someterse a la inoculación experimental.
Están investigando la relación que puede haber entre la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer y la aparición de casos de miocarditis (inflamación cardíaca)
Sólo gracias al ejemplo del hemisferio norte que alguna vez podremos ver en Chile a nuestros propios “doctores Frankenstein” juzgados y condenados como corresponde.
La Pontificia Universidad Católica de Chile, que depende directamente de la Santa Sede, mantiene lazos con el Partido Comunista Chino, a través del Instituto...